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El bullying es un término que se ha castellanizado y usado, en mi opinión, de manera irresponsable y para aclarar esto debemos enfocarnos en su definición.

El bulllying o acoso escolar es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe una persona por parte de otro u otros con el objetivo de someter o asustar y así obtener algún
resultado favorable para los acosadores o simplemente satisfacer la necesidad de agredir.

Este suele ser provocado por un alumno, generalmente apoyado por un grupo, contrauna víctima que se encuentra indefensa y se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente. La víctima desarrolla miedo y rechazo, pérdida de confianza en sí mismo y disminución del rendimiento escolar.

Podemos hablar de diferentes tipos de acoso; físico (se da con más frecuencia en primaria que en secundaria), verbal (insultos, apodos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc.), psicológico (mina la autoestima y fomenta el temor) y social (pretende aislar a la víctima del resto del grupo y
compañeros).

Las causas de este fenómeno son múltiples y complejas. Entre ellas, la continua exposición a la violencia a través de medios de comunicación, video juegos y, desafortunadamente, en la familia.

En el entorno familiar se adquieren los primeros modelos de comportamiento los cuales impactan de manera directa en el desarrollo del niño y las relaciones que establecen con el entorno.

¿Por qué nos convertimos en víctimas o agresores?

Las víctimas suelen mostrar una conducta muy pasiva, miedo, ansiedad, inseguridad y baja autoestima. Existe la tendencia a culpabilizarse de su situación y la niega por vergüenza. Puede estar relacionada con una posible sobreprotección por parte de la familia.

Los agresores tienden a la violencia. Son impulsivos, tienen pocas habilidades sociales, así como baja tolerancia a la frustración, dificultad para cumplir normas y carecen de capacidad de autocrítica, lo que se traduce en una autoestima alta.

Estos rasgos de comportamiento suelen ser provocados por una ausencia de relación cálida, afectiva y segura por parte de los padres, sobre todo de la madre. Los padres tienen dificultad para poner límites y son demasiado permisivos. Sin embargo, suelen combinar la permisividad con castigos físicos.

Para evitar que nuestros hijos se conviertan en víctimas o agresores, habrá que proveerles de un entorno seguro y libre de violencia en donde el respeto por los límites y normas no sea negociable. Esto dará por resultado que se conviertan en personas disciplinadas, responsables, empáticas y sobre todo, resilientes. Fomentar en ellos la tolerancia a la frustración les permitirá afrontar las problemáticas de la vida diaria sin que estas afecten su autoestima y puedan salir adelante ante la adversidad.

Ana L. Torres / Coach Educativo

https://www.fundeu.es/noticia/bullying-una-palabra-que-encierra-un-concepto/