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En el transcurso de mi experiencia profesional he observado como a veces los papas deseosos de dar todo el amor, de cumplir con un ideal de paternidad del que ellos mismos no gozaron, se vuelcan en un inalcanzable deseo de satisfacer a sus hijos desde que son bebes, los miman y hacen las cosas que sus hijos les piden para que estén felices y no lloren, al fin están chiquitos y no entienden todavía.

En mi vida personal como madre, puedo decir que es inevitable, tratar de proveer de las mejores experiencias a los hijos, cuidándolos de absolutamente todo lo que pudiera hacerles daño, a veces hasta dan ganas de no prestárselos al mundo peligroso y lleno de amenazas, porque el amor que sentimos por los hijos no se compara con ninguno, es un amor puro, que nace con nuestros hijos y nos hace nacer como padres, y es tanto, que no tiene límites.

Y ahí es donde aparece un problema, pequeño al principio e incontrolable con el paso de los años, porque no hay una manera correcta de amar, ni de educar y existe una línea muy delgada entre ofrecer seguridad a través de límites sanos, y dejar que el niño experimente lo que quiera, o entre dejarlos ser independientes y responsables y hacer las cosas por ellos, porque no pueden.

A donde voy con esto, a responder la pregunta que nos planteamos: ¿Cómo “amar” de más a mis hijos, puede hacerles daño?

Bueno pues lejos de hacerles daño, el amor, siempre los va a hacer crecer, mientras sea un amor sano. Un amor de límites, un amor de hacerlos independientes, un amor de hacerlos responsables, un amor de proveerlos de la verdad y estimular su autoestima, un amor de formación para que sean seres humanos auténticos, capaces de reconocerse a sí mismos tal y como son.

Un amor de límites: Quiero decirte papá que, si a veces le dices que NO a tu hijo, es porque lo necesita, porque necesita saber que no siempre va a tener todo lo que quiera, que hoy no le vas a comprar ese helado que SIEMPRE LE COMPRAS PORQUE LO AMAS. Ese NO, le va a dar seguridad, le va hacer entender que tú sabes lo que haces y porque, le va hacer entender en un mundo cambiante en donde no todo funciona a través de su propia voluntad.

Un amor de hacerlos independientes: Capaces de cuidarse a sí mismos a medida que crecen y de hacer por sí solos las cosas de las que son capaces. Una mamá me comentó una vez que ella amaba infinitamente a su hijo de 8 años y que hacia todo lo que podía por él. A los 8 años le daba de comer, lo vestía, lo bañaba y abotonaba. No la juzgo, esa mamá, hacia lo que creía que era mejor y lo hacía por amor, pero obstruyó la independencia de su hijo, privándolo de su propio desarrollo y aprendizaje, al grado que sus habilidades de motricidad gruesas y finas estaban comprometidas. ¿Cuál es el amor correcto?

Un amor de hacerlos responsables: Hoy en día, la tecnología, como el whatsapp, nos ayuda muchísimo a las mamas, por ejemplo, lo usamos para preguntar:

¿Oye Juana que le dejaron de tarea a los niños?, es que Pedrito no se trajo su libreta…

¿De quién es la responsabilidad, del niño o de la mamá? ¿Estás seguro/a de que eso lo va a ayudar a ser un niño cumplido? O solo le estas enseñando a tu hijo a que ALGUIEN, le va a tener que resolver la vida, ¿por qué lo haría él?

Un amor de proveerlos de la verdad: Es más fácil que nuestros hijos se enfrenten al mundo, si saben como es realmente, es importante cuestionarnos si la mentira que le vamos a decir vale la pena. Si estamos en una plaza y nuestro hijo no nos quiere dar la mano, es más importante darle un aprendizaje significativo, darle opciones que sean in negociables como: ¿O me das la mano o te subo a la carriola?, créeme si eres consistente, él sabrá cuál es su mejor alternativa, pero ,¿por qué amenazarlo con que un señor que va pasando se lo va a llevar?, ¿es un miedo que vale la pena? ¿Lo hacemos por qué lo queremos o por la comodidad de no enfrentar un conflicto?

Un amor de estimular su autoestima: Dales palabras que los hagan reconocerse como son, procura observar lo que hacen bien y hacerles saber que lo notas, si recogen su cuarto, diles que son ordenados, si hacen su tarea diles que son responsables, eso alimentara su autoestima, más que los elogios que estamos acostumbrados a decirles, como que son campeones, o genios, eso les da una falsa imagen de sí mismos.

Mi intención no es cuestionar el amor que le tienes a tu hijo, yo estoy segura de que tu amor por él o ella es infinito, lo que sí quiero hacer es invitarte a que cada vez que no estés seguro de que lo que estás haciendo es lo correcto, te preguntes si ese que le estas dando es el amor sano. Estoy segura de que tu verás que tu hijo te dará la respuesta a través de sus actitudes. Y solo el tiempo te dará la razón.

Por: María José Roiz, Lic. en Psicología

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